1939 fue un año difícil para competir en el terreno cinematográfico. Dos de los más grandes clásicos de todos los tiempos se estrenaron ese año: Gone with the Wind y The Wizard of Oz. Ambas fueron dirigidas por Victor Fleming, al menos en su mayor parte, y entre los directores de ambas se encuentra también George Cukor, que fue clave en varias decisiones de ambos films.
Además de estos dos clásicos que comparten dirección y producción, 1939 está plagado de películas increíbles. En gran medida, la magia de este año reside en excelentes films que describen la esencia de múltiples géneros, en un momento en el que Hollywood parece, como decimos en Argentina, haberle encontrado el agujero al mate. Sin arriesgar afirmaciones pomposas, podemos decir que resulta al menos un desafío encontrar un mejor año en la historia de Hollywood que 1939.
1. Babes in Arms

- Dirección: Busby Berkeley
- Guion: Jack McGowan, Kay Van Riper
- Producción: Arthur Freed
- Compañía productora: MGM
Este glorioso año marca el inicio de la unidad de producción de Arthur Freed dentro de MGM, luego de trabajar como productor asociado en Wizard of Oz. Esta unidad de producción daría origen a algunos de los musicales más importantes de la era como Singin’ in the Rain y An American in Paris, pero todo comenzó con Babes in Arms, la primera de la unidad.
Protagonizan los imparables Judy Garland y Mickey Rooney, que fue nominado como mejor actor en la Academia con tan solo 19 años. Es el primero de una serie de musicales con la premisa de «let’s put on a show», en los que hay algún tipo de problema económico que se resuelve montando un gran espectáculo. En este caso, tenemos un homenaje a los tiempos del vaudeville mezclado con los elaborados números de Busby Berkeley.
2. Dark Victory

- Dirección: Edmund Goulding
- Guion: Casey Robinson
- Producción: David Lewis
- Compañía productora: Warner Bros.
En el terreno del melodrama, tenemos este vehículo para una Bette Davis irremediablemente trágica con toda la pompa de Warner Bros. La acompañan George Brent, con quien Bette hizo once películas, y Humphrey Bogart y Geraldine Fitzgerald en el reparto.
Se trata de otro de los papeles de Bette en pantalla que Tallullah Bankhead realizó antes en teatro. Su personaje atraviesa todas las etapas del duelo que supone convivir con una enfermedad mortal, y el melodrama se vuelve el contenedor de una actuación que se va al extremo de la entrega, como Bette nos tiene acostumbrados, y que nos hace sentir como los personajes que la rodean.
Este es uno de los roles favoritos de Bette en su carrera, por el cual ella creía que merecía el Oscar, si no fuera porque fue el año de Lo que el viento se llevó y «a ella se la llevó el viento».
3. Destry Rides Again

- Dirección: George Marshall
- Guion: Henry Myers, Gertrude Purcell
- Producción: Joe Pasternak
- Compañía productora: Universal
En el mundo del western no todo es grandilocuencia y majestuosos paisajes. También hay lugar para la risa, la música y el romance en esta mezcla de géneros comandada por la avasallante Marlene Dietrich, que canta, conquista, combate y sufre con todo sus ser a lo largo de la trama.
En su primera presencia en el género, James Stewart se niega a ordenar la ley del pueblo a través del uso de armas, de manera similar a como hará muchos años después bajo la dirección de Ford en Liberty Valance. Entre la pareja sucede una de las escenas más sensualmente sugerentes que el código Hays podía permitir, en la que Jimmy le pide a Marlene que algún día se saque el maquillaje. Es una dupla imperdible en una película diferente.
4. Gone with the Wind

- Dirección: Victor Fleming
- Guion: Sidney Howard
- Producción: David O. Selznick
- Compañía productora: Selznick International Pictures, MGM
A lo largo de casi cuatro horas de cinta, somos testigos de una de las historias más impactantes que vio el Hollywood dorado y la pantalla grande en general. Clásico de clásicos, Gone with the Wind es una historia sobre la transformación que viene tras la adversidad, con una tierra que resiste a todo lo que se lleva el viento.
En esta transposición de la obra de Margaret Mitchell vemos algunos de los personajes más memorables de la historia del cine: Vivien Leigh como Scarlet O’Hara, Clark Gable como Rhett Butler y Olivia de Havilland como Melanie Hamilton. Son demasiados los momentos memorables que estos tres comparten. Sin embargo, entre el reparto también hay estrellas y, entre ellas, una Hattie McDaniel en su rol más entrañable y celebrado.
La música, el guion, las interpretaciones y los planos que se pintan como cuadros conforman un film que es la prueba de la máxima grandiosidad que Hollywood supo alcanzar.
5. Goodbye, Mr. Chips

- Dirección: Sam Wood
- Guion: R. C. Sherriff, Claudine West, Eric Maschwitz
- Producción: Victor Saville
- Compañía productora: MGM
Llegamos al corazón sentimental del año con esta historia sobre la vida de un maestro contada en flashbacks sobre el impacto que una sola vida puede tener sobre las de miles. Robert Donat se llevó todas las flores este año por su actuación y no es para menos; su entrega para encarnar a Mr. Chips es impresionante.
Tal vez hoy no se la recuerda tanto cuando se piensa en las películas más destacadas de este año, pero está sin dudas al nivel de las más recordadas. Se trata también del debut en cine de la bellísima Greer Garson, en un rol precioso que transforma la vida del maestro. También es entrañable el reparto de alumnos, en especial Terry Kilburn que interpreta a un alumno y sus múltiples descendientes.
6. Wizard of Oz

- Dirección: Victor Fleming
- Guion: Noel Langley, Florence Ryerson, Edgar Allan Woolf
- Producción: Mervyn LeRoy
- Compañía productora: MGM
Pensada originalmente como un musical infantil, se convirtió en una de las películas más influyentes y un clásico para jóvenes y adultos. El mago de Oz es otra muestra de las capacidades de Hollywood en esta época, que apuesta a la construcción del fantástico mundo de Oz en un estudio gracias a la artesanía del equipo de Cedric Gibbons.
El Technicolor, introducido de manera inolvidable en el film, y los efectos especiales fundan una manera de concebir el cine. Además, se trata de la película que nos regaló a Judy Garland en todo su esplendor juvenil, con una canción para la eternidad. Un cuento sobre la importancia del hogar y de reconocer los valores propios que a veces eludimos se transforma, gracias a la magia de MGM, en una obra cinematográfica imposible de olvidar.
7. Love Affair

- Dirección: Leo McCarey
- Guion: Delmer Daves, Donald Ogden Stewart
- Producción: Leo McCarey
- Compañía productora: RKO
Casi dos décadas antes de An Affair to Remember, Leo McCarey hizo Love Affair con Charles Boyer e Irene Dunne. Esta historia es la quintaesencia del romance y la versión en blanco y negro no tiene nada que envidiarle a su reversión de 1957 salvo, tal vez, el color.
Lo de Leo McCarey es un caso de estudio aparte. No solo consigue condensar en un viaje en barco y una promesa la expresión máxima del amor en el cine, sino que, dieciocho años después, repite la misma escena de revelación con idéntico impacto, usando apenas un cuadro y confiando en la deducción del espectador.
8. Midnight

- Dirección: Mitchell Leisen
- Guion: Billy Wilder, Charles Brackett
- Producción: Arthur Hornblow Jr.
- Compañía productora: Paramount Pictures
Como este año lo tiene todo, no puede faltar una buena comedia, pero aquí no hablamos simplemente de una buena comedia. Midnight es, me atrevo a decir, la joya a descubrir en 1939, injustamente no ubicada entre las mejores comedias de la época.
Mitchell Leisen nos presenta una historia de Cenicienta invertida con una Claudette Colbert como la princesa que se debate entre el dinero y el amor y un Don Ameche como el príncipe taxista que la buscará hasta que ella se encuentre con su destino romántico inevitable. En el medio, tenemos una dupla que es electricidad pura: la de Claudette con su hada padrino, John Barrymore.
9. Mr. Smith Goes to Washington

- Dirección: Frank Capra
- Guion: Sidney Buchman, Myles Connolly
- Producción: Frank Capra
- Compañía productora: Columbia Pictures
Una nueva maravilla cinematográfica de este año nos lleva al centro de la mitología de Frank Capra: el hombre común que lucha contra un sistema moralmente corrupto. Nadie mejor para encarnar a este héroe individual, símbolo de la honestidad colectiva, que James Stewart, en quien Capra visualizó y proyectó un modelo de americano idealista que resiste en su integridad a pesar de todos los obstáculos.
Jimmy nos regala una de sus actuaciones más inolvidables acá. En su discurso que se extiende por horas en el congreso su quiebre físico es extremo, y es imposible no enamorarse de ambos en la tierna dinámica con Jean Arthur. Además, el reparto es un despliegue de actorazos: Claude Rains, Thomas Mitchell, Eugene Pallette y Beulah Bondi, entre otros. Sin dudas, es otra de las estrellas más resplandecientes de este año.
10. Ninotchka

- Dirección: Ernst Lubitsch
- Guion: Charles Brackett, Billy Wilder, Walter Reisch
- Producción: Ernst Lubitsch, Sidney Franklin
- Compañía productora: MGM
Hablamos de comedia, hablamos de romance, y qué sería del mejor año del cine sin una buena comedia romántica. Por supuesto que viene de la mano de uno de los maestros del género, el gran Ernst Lubitsch. Aquí tenemos a una de las mayores estrellas de Hollywood, la divina Greta Garbo, en un rol poco usual pero que le queda como un guante.
Una fiel representante de la Unión Soviética descubre París y con ella, el amor y, de pronto, el capitalismo no se ve tan mal. Con unos bolcheviques adorables y la tradicional parodia de la clase alta que caracteriza al director, presenciamos una historia de amor que es hilarante pero que no deja de mostrar profundamente la realidad de sus personajes.
11. Stagecoach

- Dirección: John Ford
- Guion: Dudley Nichols
- Producción: Walter Wagner
- Compañía productora: Walter Wagner Productions, United Artists
Como si fuera poco, 1939 también significó la revitalización de un género que parecía parte del pasado. John Ford hace su primer western sonoro y no solo es una obra maestra sino que introduce la figura que cambiaría el género para siempre: John Wayne.
Este clásico ineludible de la historia del cine es para más de uno un manual de cómo se hacen las películas, desde la construcción de los personajes hasta el uso de la cámara. También es un gran ejemplo de cómo, a veces, una propuesta con pocas expectativas —en este caso una película con financiamiento independiente de un género viejo con un actor desconocido— puede trascender hacia las zonas más influyentes del arte.
12. Wuthering Heights

- Dirección: William Wyler
- Guion: Charles MacArthur, Ben Hecht, John Huston
- Producción: Samuel Goldwyn
- Compañía productora: Samuel Goldwyn Productions, United Artists
La intensidad y contundencia con la que William Wyler eligió contar esta historia de Emily Brontë hizo que la adaptación se transforme en una de las favoritas del público hasta la actualidad. Aquí tenemos a un Laurence Olivier y una Merle Oberon que parecen encarnarse en sus trágicos personajes como por fuerza de un hechizo.
A pesar de ser una producción de la que Goldwyn se atribuía principal autoría, en cada detalle, en cada plano y en cada movimiento de cámara encontramos la pincelada distintiva del maestro Wyler, con sus espacios carceleros y liberadores, y sus personajes de múltiples dimensiones.