En esta ocasión nos toca hablar de una de las actrices más icónicas de los primeros años del cine. Greta Lovisa Gustafsson, conocida como Greta Garbo, nació el 18 de septiembre de 1905 en Estocolmo, Suecia. En este país dio los primeros pasos de una carrera que se extendió entre los años 1920 y 1941.
En 1924, Greta obtuvó su primer rol principal en The Saga of Gösta Berling de Mauritz Stiller, quien fue su mentor durante esta época y el responsable de conectarla con los estudios en Estados Unidos. En una negociación con Louis B. Mayer, que estaba interesado en llevarse al director a la Metro, Stiller puso como condición que Greta lo acompañara y fuera parte del contrato. Tras ver la película, Mayer quedó más entusiasmado con Garbo que con Stiller.
En 1926, filmó sus primeras películas con MGM: Torrent, The Temptress y Flesh and the Devil. Esta última fue la primera de cuatro colaboraciones con John Gilbert como pareja protagonista. En total, realizó diez películas mudas y todas fueron un éxito. Para 1928-1929, Garbo era la principal estrella del estudio.
En pleno momento de transcisición del cine mudo al sonoro, MGM fue la última productora en adptarse al cambio, y la última película muda de Garbo –The Kiss (1929)- fue también la última del estudio. Escuchamos por primera vez la bella voz de la actriz en Anna Christie (1930), que fue publicitada con el eslogan Garbo talks! (¡Garbo habla!).
Algunos de sus roles más destacados durante la década de 1930 fueron los de Mata Hari (1931), Grand Hotel (1932), Anna Karenina (1935), Camille (1936) y Ninotchka (1939), su primera comedia.
A lo largo de los años, muchos actores y directores del medio han reconocido la importancia y la relevancia del trabajo de Greta en la industria. Un elemento que parece distinguirla del resto es su presencia ante la cámara. Ya en las primeras películas, su magnetismo y su capacidad de expresar las emociones logró cautivar al público y fue lo que la llevó a convertirse en una de las mejores actrices de la época.
Ninotchka (1939)
De la mano del director Ernst Lubitsch, la comedia romántica Ninotchka se estrenó en 1939. En ella, Garbo interpreta a una rígida y pragmática mujer de la URSS que es enviada a resolver un conflicto a la ciudad de París, en donde descubrirá el romance, así como una nueva forma de ver la vida. Como se trataba de la primera comedia de la actriz -que habitualmente representaba personajes solemnes y serios-, fue publicitada con el eslogan Garbo laughs! (¡Garbo ríe!).