Marzo 2023

Actores


Gloria Swanson

El 27 de marzo de 1899, en Chicago, Illinois, nació Gloria Swanson, una de las actrices más emblemáticas de la época del cine mudo. Su interpretación de la actriz olvidada Norma Desmond en el clásico de Billy Wilder, Sunset Boulevard, supuso su renacimiento en la pantalla grande y es recordada hasta el día de hoy como una de las actuaciones más memorables de la historia.

Atraída por el mundo del cine desde joven, dio sus primeros pasos participando como extra en películas mudas desde los 14 años. A la edad de 16, se mudó a Hollywood y obtuvo sus primeros roles en distintos cortos de comedia junto a Bobby Vernon, con Keystone Studios.

En 1918, firmó contrato con la Compañía de Cine de Famous Players-Lasky para trabajar con el director Cecil B. DeMille, con quien realizó seis películas, incluidas Male and Female (1919) y Why Change Your Wife? (1920). Entre 1921 y 1923, grabó diez películas del director Sam Wood, incluida Beyond the Rocks (1922), también protagonizada por Rudolph Valentino.

Para mitad de la década de 1920, Swanson era una de las actrices mejor pagadas de Hollywood y su imagen de mujer glamurosa y extravagante convocaba fanáticos alrededor del mundo. En 1925, aceptó la oferta de United Artists, una compañía fundada por Charlie Chaplin, Mary Pickford, D. W. Griffith y Douglas Fairbanks. Con un contrato de distribución, United Artists le permitía dejar de depender de los papeles impuestos por otras productoras y trabajar en las películas que quisiera con su propio estudio de producción. En esta época produjo y protagonizó Sadie Thompson (1928), que fue un éxito comercial y es reconocida como una de sus mejores películas mudas.

Tras una serie de problemas financieros, Swanson rehizo su compañía bajo el nombre de Gloria Productions. Con el objetivo de lograr un gran primer éxito para su nuevo estudio, contrató a uno de los directores más importantes del cine mudo: Erich von Stroheim. Sin embargo, debido a numerosos conflictos durante la filmación, el director fue despedido y su proyecto, Queen Kelly, quedó inconcluso, aunque fue presentado en Europa con un final alternativo ideado por Swanson.

En 1929, la actriz realizó su debut en el cine sonoro con The Trespasser, de Edmund Goulding, que fue un gran éxito. A pesar de esto, la transición al cine sonoro significó un declive en la carrera de la actriz, que pronto se apartó de la pantalla grande. Durante los años siguientes, Swanson realizó algunas apariciones en teatro y televisión, y se abocó a otras aficiones, como la pintura, la escultura y el diseño de moda.

En 1950, Swanson retornó a la pantalla grande de la mano de Billy Wilder en Sunset Boulevard. Allí interpreta a una antigua y olvidada actriz de cine mudo que intenta recuperar su carrera en el cine pero es incapaz de adaptarse a los nuevos tiempos. En el film, Wilder reúne a varios personajes que fueron parte de la vida de Swanson durante la época de las películas mudas. Cecil B. DeMille se interpreta a sí mismo y Erich von Stroheim realiza el papel de un ex director de Norma Desmond devenido en mayordomo. Además, los amigos que visitan a Norma son todos interpretados por actores del cine mudo: H. B. Warner, Anna Q. Nilsson y Buster Keaton. Otro guiño al pasado de Swanson ocurre durante la escena en la que Norma y Joe, el personaje de William Holden, miran una de sus películas antiguas y lo que vemos es fragmentos de Queen Kelly.

La presencia en el film de una gran cantidad de referencias a la vida real generó el mito de que su vida se equiparaba a la de Norma Desmond. Sin embargo, su ‘vuelta triunfal’ al cine no fue en un marco biográfico o documental. Norma Desmond es creación pura de Billy Wilder con ejecución perfecta de Swanson y la distancia entre el personaje y la actriz no podría ser más amplia. La extendida creencia de que la actriz era el personaje habla más del talento de Swanson que de la realidad.

Gloria Swanson fue una de las actrices más importantes del cine mudo y una de las primeras en llevar adelante sus propios estudios de filmación. Su maestría quedó inmortalizada en su maravillosa interpretación de Norma Desmond en Sunset Boulevard, uno de los grandes clásicos del cine.

Músicos


Glenn Miller

Glenn Miller fue un trombonista, compositor, arreglador y líder de big band estadounidense nacido en 1904. Es conocido por liderar una de las bandas de swing más populares durante la década de 1930 y principios de la década de 1940.

Alton Glen Miller nació el 1 de marzo de 1904 en Clarinda, Iowa. Apasionado por la música y en contacto con diversos instrumentos desde pequeño, Glenn empezó sus estudios de trombón a los 12 años, participando de la banda musical de su escuela. Al terminar la secundaria, ya sabía que quería ser un músico profesional.

Tras un breve paso por la universidad, decidió dedicarse por completo a la música y empezó a trabajar como trombonista de distintas bandas. En esta época, estudió composición en Nueva York con Joseph Schillinger y junto al maestro compuso un primer boceto de Moonlight Serenade, que más adelante se convertiría en su canción sello.

En 1926, se unió a la banda del baterista Ben Pollack, que en ese momento tenía a Benny Goodman como clarinetista. Con él colaboró en su primera composición conocida, Room 1411, que posee un estilo dixieland característico de la década de 1920. A finales de esta década y principios de la siguiente, Glenn trabajó de forma independiente como trombonista en distintas banda. En esta época, también fue compositor y arreglador de los hermanos Dorsey.

Tras algunos intentos fallidos de formar un grupo propio, en 1938, fundó la banda que le daría el reconocimiento que esperaba. Gracias a la radio y a los salones de baile, Glenn Miller and His Orchestra rápidamente se convirtió en una de las bandas más populares de la época. Gran parte del éxito se debió a su estilo particular, conocido como el sonido Miller, que se caracteriza por utilizar el clarinete y saxo tenor para la línea melódica y tres saxos como acompañamiento armónico complementario. Este sonido hizo que la orquesta fuera fácilmente reconocible por el público y así aumentó su popularidad.

Algunos de los principales éxitos de la banda fueron In the Mood, Tuxedo Junction, Pennsylvania 6-5000, Chattanooga Choo Choo y Moonlight Serenade, considerada por muchos como la mejor y más distintiva composición del músico.

Durante la Segunda Guerra Mundial, Glenn se unió al ejército y formó una banda en la Fuerza Aérea de los Estados Unidos, con la que realizó una serie de conciertos para las tropas en Europa. En 1944, partió a París para iniciar una gira, pero su avión desapareció durante el viaje y nunca se encontró.

A pesar de su corta carrera, Glenn Miller permanece como una de las figuras más icónica de la era del swing y las big bands. Resulta imposible hacer una selección de sus mejores canciones, por lo que dejamos una lista de reproducción del álbum The Essential Glenn Miller, que incluye sus principales clásicos.

Cine – Destacada


Stagecoach

Entre sus grandes maravillas, el año 1939 trajo uno de los mayores hitos en la historia del género western y del cine en general. Stagecoach (La diligencia, en español) se estrenó el 3 de marzo de aquel año y fue un éxito rotundo. Fue el primer western sonoro del director John Ford y supuso una revitalización del género. Además, el film disparó la popularidad del actor que pronto se convertiría en la encarnación del lejano oeste: John Wayne.

Reseña de Mery Linares

@meryandthemovies

“Mi nombre es John Ford y hago Westerns”. Así solía introducirse el director norteamericano que forjó el género western que, hasta el día de hoy, conforma uno de los grandes pilares de la historia cinematográfica de Hollywood. También se trata del hombre que más ha inspirado a grandes directores, incluidos Steven Spielberg, Martin Scorsese y Akira Kurosawa. Incluso Orson Welles ha confesado que John Ford fue su maestro y que Stagecoach, que había llegado a verla hasta 40 veces, fue su manual de cómo hacer un film, ya que para él era un clásico perfecto. 

Stagecoach fue el primer film de John Ford en la era del sonido y se convirtió en un hito trascendental, ya que marcó el comienzo de la carrera de Ford y del género en sí mismo. 

La película sigue la historia de nueve pasajeros de distintas clases sociales, cada uno delineado con distintas personalidades. Por diferentes motivos, cada personaje se ve obligado a viajar en el mismo carruaje cruzando todo el territorio indio hasta llegar a Lordsburg. En ese carruaje convivirán desde una mujer de la alta sociedad, un jugador, un banquero, un médico alcohólico, una prostituta hasta un forajido buscado por la ley. El viaje no sólo será un camino hacia su destino sino un camino de aprendizajes. El grupo de pasajeros intenta limar sus asperezas y trabajar en conjunto para poder llegar sanos y salvos ante el inminente peligro en las tierras de los apaches.

Stagecoach brilla por la construcción de personajes, a los que John Ford les otorga un arco y profundidad que nunca antes se había visto en el género. Además, nos enseña que no todo es como parece; muchas veces los héroes y villanos no son lo que aparentan. 

Uno de estos grandes personajes es Ringo, el forajido interpretado por John Wayne. A él nos acercamos por primera vez en la película con un icónico movimiento de cámara Dolly que termina en un primer plano. Este pronto se convierte en un manifiesto que dará comienzo a un estrellato imparable. 

Otra de las características memorables que tejen al film es la construcción inminente del peligro y la tensión. También cuenta con grandes técnicas para registrar en sus planos las escenas de acción, ya que la cámara acompaña con un virtuosismo impresionante a cada elemento del enfrentamiento. Asimismo, Ford demuestra que tiene la virtud de registrar el escenario de tal manera que se sienta real y auténtico, y entrega portaretratos del Oeste Estadounidense que serán icónicos en su filmografía. 

Stagecoach es sin dudas el film que impulsó al género y sirvió de modelo para muchos, pero sobre todo es la película que cristaliza la esencia de Ford y la hipnótica presencia de Wayne. 

Baile


Cyd Charisse y Fred Astaire en Silk Stockings

Cyd Charisse no puede evitar mostrar cuánto disfruta del baile cuando conoce a Fred Astaire en Silk Stockings (1957), del director Rouben Mamoulian. La película es una adaptación musical de Ninotchka (1939) de Ernst Lubitsch. En el fragmento que pueden ver a continuación, los encantos de París empiezan a hacer efecto sobre la fría y pragmática Ninotchka.

Blog


5 películas de Joan Crawford para recorrer su carrera

En este artículo, repasamos la carrera de Joan Crawford a través de cinco películas de distintas épocas y géneros que dan cuenta de su capacidad y reinvención actoral. Si estás buscando películas para ver y conocer más sobre la actriz, no te lo pierdas.

Radio


The Voice of Frank Sinatra

Este mes, queremos destacar un álbum que no siempre es recordado, pero que sin dudas es muy importante en la carrera de Frank Sinatra: The Voice of Frank Sinatra. Se trata del primer álbum de estudio del cantante y fue grabado bajo el sello de Columbia en dos sesiones durante 1945, una en julio y otra en diciembre.

En su versión original, el álbum estuvo conformado por ocho canciones con arreglos para pequeña orquesta y dirección de Axel Stordahl. Todas estas son baladas clásicas de los años 1920s y 1930s, inlcuida Someone to Watch Over Me, de Ira y George Gershwin.

Se considera que fue una de las primeras incursiones en la idea de álbum conceptual, es decir, una serie de canciones conectados entre sí a través de un estilo, instrumentación y sonido particulares. Si bien no se trata del primer álbum conceptual de la historia, es el inicio de una serie discos realizados bajo un mismo concepto en la carrera de Frank.

El álbum vio la luz el 4 de marzo de 1946 y significó la prueba definitiva de que Frank era mucho más que un ídolo juvenil. Hoy permanece como un disco imprescindible para todos los fanáticos del vocalista y de la historia del jazz.

Cine – Comedias


To Be or Not to Be

El contexto social suele tener un gran impacto en la recepción de una película, al punto de determinar su éxito o fracaso frente al público. El 6 de marzo de 1942, en pleno conflicto bélico mundial, el director Ernst Lubistch estrenó en Estados Unidos una sátira sobre el nazismo, que en su momento, debido a la sensibilidad por los sucesos recientes, fue percibida como una muestra de humor de mal gusto. Con el distanciamiento que otorga el tiempo, To Be or Not to Be pasó a ser considerada una de las mejores películas del director y no es para menos.

Reseña de Mery Linares

@meryandthemovies

En tiempos turbulentos, suele recurrirse al poder de la comedia como válvula de escape, como si hubiese un acuerdo implícito de que cuando los problemas acechan, lo único que nos puede salvar es una buena carcajada. Así es como en plena crisis de la Gran Depresión en Estados Unidos surgió el subgénero de la comedia llamado screwball comedy, en el que las audiencias comenzaron a callar sus preocupaciones en una sala de cine para vivenciar la ternura y bufonada de sus descabelladas historias. 

Pero con los años, la miseria en el mundo continuó infiltrándose hasta que, en 1939, se desató la Segunda Guerra Mundial, un hecho que generó en el cine cierta sensibilidad y opresión a la hora de narrar historias en la pantalla grande. 

No obstante, en 1942, tras un año del acontecimiento de Pearl Harbor, el director proveniente de Alemania, Ernst Lubitsch (que por aquel entonces residía en Estados Unidos), dio a luz a su mayor triunfo en su carrera cinematográfica: To Be or Not To Be. Esta comedia pungente contra el régimen Nazi no fue tan bien recibida por su audiencia coaetánea debido a la ‘ligereza con la que abordaba el tema’. Quizás, no había transcurrido el tiempo suficiente para empezar a retratar esta perversidad. Pero, con el pasar de los años, la película fue cobrando fuerza y se transformó en la sátira por excelencia y en un film invencible hasta el día de hoy. 

To Be or Not To Be comienza con la historia de un grupo de actores polacos de una compañía de teatro de Varsovia que se encuentran ensayando para su próximo estreno, la obra de teatro ‘Gestapo’. La compañía está encabezada por el famoso matrimonio de los Tura: Josef, interpretado por Jack Benny, y su bella esposa María, encarnada por Carole Lombard, (ambos en los papeles más icónicos de su carrera). 

En esa secuencia inicial, uno puede afirmar que todo lo que se pudo haber visto antes en materia de comedia es ínfimo, porque esos primeros minutos de la cinta son una clase magistral de cómo se hace una sátira. Pero a medida que avanza el relato, prospera el dinamismo de la historia, y así su profundidad. Los Nazis invaden Varsovia y el grupo de actores se verá entrelazado en una especie de thriller político y de espionaje en el que la comedia se infiltra para generar comentarios relevantes de lo que ocurría en el mundo. La tensión y el humor están impecablemente entretejidos y generan un relato teñido de distintos tonos con una emocionalidad profunda hasta el final. 

Es interesante leer esta película del realizador alemán como un viaje a sus raíces. Me refiero a que Lubitsch comenzó su carrera principalmente siendo actor y además trabajaba en el género de la comedia. Es por eso que esta circunstancia funciona como un lenguaje conocido y lo transforma en una prueba de que la comedia esta vez no es un escape, sino la verdadera arma para combatir el mal. El arte de actuar y el humor pueden engañar al régimen Nazi, pero sobretodo revelan la estupidez humana y el absurdo.

El título del film tiene una gracia tierna cuyo significado se descubre al ver la película, pero que claramente está ligado al conocido soliloquio de Hamlet, de William Shakespeare. Este soliloquio tendrá un efecto de enredos entre el matrimonio Tura y el teniente Stanislav Sobinski, que cristaliza ese toque por lo que tanto se lo conoce al director. 

¿Ver o no ver esta película? Esa no es la cuestión, verla debería ser la opción para que no te quedes afuera de contemplar el gran virtuosismo de Lubitsch y uno de los mayores clásicos de la historia. 

TV


Misty – Erroll Garner

Dos minutos de pura magia. Erroll Garner nos deleita con esta versión express de su clásico Misty, compuesto por el pianista en 1954. Aquí lo interpreta en vivo en el programa de Ed Sullivan, el 26 de marzo de 1961. Un tema único de la mano de un artista único.

Dúos eternos


Ethel Merman & Fred Astaire

En los antiguos tiempos de Broadway, y tal vez un poco en el presente, era un chiste muy extendido que Ethel Merman, la dama del musical, cantaba fuerte. Sin necesidad de micrófono alguno, su particular timbre y proyección le permitían alcanzar a todos y cada uno de sus oyentes, sin importar el tamaño de la sala. ¿Cómo combinar este torrente sonoro con la suave y dulce voz de Fred Astaire? Lo averiguan en este bello y divertido dúo de dos grandes del musical (dentro y fuera de la pantalla).

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