
Fred Astaire: Tu voz es tan… tan… ¿Cuál es la palabra?
Ethel Merman: ¡FUERTE!
En esta página somos acérrimos defensores de la Primera Dama del Musical, una de las voces más desorbitantemente poderosas, distintivas e impactantes que la música popular oyó jamás. Ethel Merman es de esas figuras que parecen de otro planeta: se materializan de la nada en el mundo del showbusiness y transforman el arte para siempre.
Nos guste o no su estilo o el género musical -que de más está decirlo, acá nos encanta-, una cosa es segura: no hay discusión en su estatus de reina del entretenimiento en Broadway, ni de su impecable talento para clavar las notas en lo más alto del firmamento. «¿Por qué no intentás apunta a la luna?» le pregunta Fred Astaire en un dúo que a priori parece imposible por cuestiones de volumen, y sucede que el estilo de Ethel poco tenía que ver con la moda crooner que revolucionó el jazz en los años 50.
Ethel es una rareza que podemos ver en un show a sus casi 70 años cantando con una big band sin necesidad de micrófono. Es producto de esa magia que ocurrió a principios de siglo XX en donde el entrenamiento vocal clásico se unió con las canciones populares, originando un estilo de canto único que iría desapareciendo de a poco con la llegada del micrófono.
Su dicción perfecta y proyección singular la volvieron la intérprete ideal para aquella tríada celestial del American Songbook: Cole Porter, Irving Berlin y George Gershwin, quienes compusieron muchas de sus canciones más icónicas para ella. Porter dijo de ella: «Tiene la mejor enunciación de todas las cantantes americanas que conozco. Tiene un sentido del ritmo que pocos pueden igualar y su sentido de la comedia es tan intuitivo que puede sacar todo el valor de una línea sin exagerar».
Entre sus canciones más distintivas se encuentran I Got Rhythm, You’re the Top y There’s No Business Like Show Business, que en un lapso de 25 años interpreta siempre exactamente igual, sin perder un ápice de potencia. Además, protagonizó prácticamente todos los musicales importantes de la época de oro de Broadway: Girl Crazy, Anything Goes, Annie Get Your Gun, Call Me Madam, There’s No Business… y Gypsy, entre muchos otros.
En su inolvidable dúo en televisión, Ethel le dice a Judy Garland: «Somos las últimas de las grandes belters«. Ambas pertenecían a ese reducido grupo de cantantes que a mitad de siglo todavía interpretaban con una clara conciencia de que su forma de entretener era hacer que su arte llegue hasta el último rincón de cada teatro o estudio.
Pero su inconfundible forma de cantar no era obstáculo para ser emotiva, íntima y dulce cuando quería. Les dejo una prueba de esto en su película Call Me Madam (1953), junto con otras interpretaciones impecables de esta reina del musical.