El 22 de febrero de 1934, se estrenó en los cines de Estados Unidos It Happened One Night, del director Frank Capra. Durante su producción y su estreno, nadie podía esperar menos de la película. Ni el director ni los actores se imaginaron que llegaría a ser considerada una de las mejores películas de la historia y que daría inicio a uno de los géneros más populares de los años 1930s: las comedias screwball.
Reseña de Mery Linares
@meryandthemovies
El director ítalo-americano Frank Capra creó una de las películas románticas más memorables y brillantes de la historia del cine, que es recordada hasta hoy por su gran virtuosismo. It Happened One Night le valió un récord histórico, ya que fue el primer film en ganar los cinco premios más importantes de la Academia, que incluyen Mejor Película, Mejor Director, Mejor Actor, Mejor Actriz y Mejor Guión.
Pero los galardones no fueron lo único trascendente. Esta película sentó las reglas y sirvió de modelo para la génesis de uno de los géneros más importantes de la meca del cine: la screwball comedy. El género se ganó su lugar en las pantallas porque resultó en una catarsis encantadora y amorosa dentro de una sociedad donde los efectos de la Gran Depresión estaban latentes. Asimismo, actuó como una cápsula del tiempo que reflejó los cambios que estaban aconteciendo, entre ellos, la vehemente presencia de las mujeres en la mano de obra y la lucha de clases.
En su momento, esta película sufrió un exorbitante desinterés ya que ningún magnate de Columbia Pictures quería hacerla; solo Capra confiaba en ella (¡y cuánta razón tuvo!). Con una escasa producción y poca confianza, el director logró una premisa muy simple pero en la que vuelca unas de las figuras troncales más magnéticas en la historia del romanticismo: una mujer y un hombre de distintas clases sociales tienen un rechazo inmediato pero se ven obligados a trabajar juntos para resolver un conflicto en el que, después de sortear todas las dificultades, terminarán enamorados.
It Happened One Night sigue la historia de Ellie Andrews (Claudette Colbert), una mujer testaruda pero encantadora, hija de un gran millonario, de quien desde el principio seremos testigos de lo que es capaz de hacer cuando las cosas no resultan a su antojo. El primer acto comienza en los compartimentos de un yate en las orillas de Miami. Allí, Ellie se encuentra discutiendo con su padre porque él rechaza a su prometido y, en medio de la disputa, decide saltar al mar para huir. Con gran valentía, aborda un colectivo hacia la ciudad de Nueva York.
Este vehículo servirá de medio de transformación para Ellie, ya que allí descubrirá el amor, sus verdaderos anhelos y entenderá que el mundo no siempre es como ella quiere. En este punto aparece en su vida Peter Warne (Clarke Gable), un periodista que acaba de perder su empleo y con quien deberá compartir su asiento de colectivo. La primera reacción entre ambos es de desagrado inmediato, pero poco a poco se irá degradando en una química y tensión que será hipnótica y adorable.
En ese camino de aventuras, Ellie y Peter descubren a la luz de la luna que su atracción resultó en un amor del que no podrán escapar. En esa travesía, esta pareja nos regala dos escenas que han traspasado generaciones. La primera es la de ‘las paredes de jericó’, en la que el atractivo Gable construye con una soga y una sábana una especie de pared para separar las camas de su hospedaje durante la noche. Esta imagen ejemplifica uno de los grandes principios del género: la tensión sexual como la fuerza impulsora del relato. La segunda escena memorable es la que Ellie levanta su vestido para mostrar su pierna en reemplazo del dedo para poder conseguir un auto que los lleve. En esta escena, el género nos prueba que no debía subestimarse a la mujer.
Sin lugar a dudas, en It Happened One Night reina la majestuosa dirección de Capra, el encanto de la dupla de actores y la génesis de un género al que es imposible resistirse.
