La pantalla plateada vio emerger a uno de sus más grandes íconos durante la década de 1940. En esta ocasión, hemos querido destacar a una actriz que es sinónimo de cine clásico: la incomparable Ingrid Bergman.
Nacida en Suecia el 29 de agosto de 1915, abandonó la escuela de teatro dramático de su país tras un año de estudio para dedicarse de lleno a la actuación en películas. Obtuvo su primer papel pequeño en la película Munkbrogreven (1934) y, luego de firmar su primer contrato de estudio, filmó nueve películas europeas entre 1935 y 1938. En este periodo se incluyen Intermezzo (1936), que supuso su primer rol protagónico, y En Kvinnas Ansikte (1938, ambas del director Gustaf Molander.
En 1939, Ingrid aceptó la invitación del productor David O. Selznick para protagonizar una remake de Intermezzo junto a Leslie Howard y cruzó el charco con destino a Estados Unidos. La película fue un éxito e Ingrid, que no pensaba quedarse en el país por mucho tiempo, enamoró al público estadounidense con su debut en Hollywood.
En 1940, mientras todavía se adaptaba al nuevo país y perfeccionaba el idioma, dio sus primeros pasos en teatro. Al año siguiente, Selznick la prestó a otros estudios para protagonizar tres películas, entre las que se incluyen Dr. Jekyll and Mr. Hyde de Victor Fleming, con Spencer Tracy en el rol del doctor.
A tan solo unos pocos años de arrivar en Hollywood, en 1942 llegaría el rol que terminó de hacer despegar su carrera: el de Ilsa Lund en Casablanca, de Michael Curtiz. En medio de una atormentada producción en la que reinaba la incertidumbre y el caos, Ingrid interpretó el papel de una mujer dividida por dos amores: el dueño de bar nocturno Rick Blaine (Humphrey Bogart) y su esposo Victor Laszlo (Paul Henreid).
Por diversos motivos relacionados tanto con el momento del estreno como con los valores desplegados en la trama, Casablanca se convirtió en un fenómeno cultural que atravesó las generaciones. Su interpretación de un personaje conflictuado entre el amor y el deber tuvo mucho que ver en la eficacia del film a lo largo de los años.
Los siguientes años estuvieron plagados de potentes interpretaciones en diferentes dramas y thrillers que nos permiten apreciar la extensión de la habilidad actoral de Ingrid. En 1943, protagonizó junto a Gary Cooper For Whom the Bell Tolls, una película épica basada en la novela del mismo nombre de Ernest Hemingway y producida por la Paramount. 1944 trajo otro de sus roles más recordados en Gaslight, de George Cukor y con Charles Boyer en el rol del esposo manipulador.
En 1945, llegó The Bells of St. Mary’s, dirigida por Leo McCarey, en la que Ingrid interpreta a una monja y Bing Crosby, su compañero protagonista, a un sacerdote. Ese mismo año también se estrenó la primera de sus tres colaboraciones con el director Alfred Hitchcock, el thriller psicológico Spellbound. Las dos siguientes fueron la fenomenal Notorious (1946), cuyo reparto incluye a Cary Grant y Claude Rains, y Under Capricorn (1949).
Tras terminar su asociación con Selznick en 1948 y realizar algunas películas más en Hollywood, se trasladó a Italia a trabajar en Stromboli (1955) de Roberto Rossellini. Durante la primera mitad de la década de 1950, colaboró en varias ocasiones con el director italiano incluidas las películas Europe ’51 y Journey to Italy, ambas de 1954.
En 1956, el éxito de la producción de Anastasia de Anatole Litvak le permitiría reestablecer su vínculo con Hollywood. Tras su experimentación el realismo europeo, las condiciones de su trabajo en su vuelta a Estados Unidos serían diferentes: sin contratos de estudio, eligiendo sus roles y trabajando tanto en cine, como en teatro y televisión.
Al año siguiente, Stanley Donen la invitó a protagonizar su comedia romántica Indiscreet (1958), en la que su amigo Cary Grant interpretaría por segunda vez a su pareja en la pantalla. Este rol corroboró la versatilidad de la actriz para manejar el timing de la comedia con la misma calidad que sus más habituales heroínas trágicas.
La notable carrera de Ingrid Bergman se extendió a lo largo de 50 años, desde sus primeros papeles secundarios en Suecia en 1932, hasta su muerte en 1982. Algunas de las películas de sus últimos años incluyen Cactus Flower (1969), Murder on the Orient Express (1974) y Autumn Sonata (1978).