El 18 de enero de 1911 nacía uno de los grandes comediantes y más completos artistas que nos dejó el Hollywood dorado. Nacido como David Daniel Kaminsky en Brooklyn, Nueva York, Danny Kaye se destacó como un actor versátil tanto en el teatro como en cine y televisión. A lo largo de su extensa carrera, la pantomima y la comedia física fueron protagonistas en su desarrollo como comediante.
Danny dio sus primeros pasos en el mundo del vaudeville. En 1933, se unió a un acto de bailarines con el que realizó giras por Estados Unidos y Asia. En el ambiente del teatro ambulante cultivó su talento antes de dar el salto a Broadway y a la pantalla grande. En las tablas, obtuvo un gran éxito con el musical Lady in the Dark de 1941 y adquirió popularidad principalmente por el número Tschaikowsky (and Other Russians), una canción que implicaba cantar a gran velocidad una larga lista de nombres de compositores rusos.
Su primer protagónico en cine llegó en 1944 con el musical Up in Arms, también protagonizado por Dinah Shore y producido por Samuel Goldwyn. Entre 1945-1946, condujo su propio programa de radio para la CBS entre cuyos escritores se encontraba su esposa Sylvia Fine, compositora, letrista y productora con la que Danny había empezado a trabajar en los años 30. Ella fue clave en el desarrollo de su carrera, ya que compuso numerosas canciones con trabalenguas que le dieron mucha popularidad.
Durante las décadas de 1940 y 1950, Danny Kaye consolidó su presencia en la pantalla grande. Algunas de sus películas más destacadas incluyen The Secret Life of Walter Mitty (1947), The Inspector General (1949), Hans Christian Andersen (1952) y The Court Jester (1956). La música también fue parte importante de su carrera durante esos años, en los que grabó varias canciones que alcanzaron los primeros puestos de los rankings. Por ejemplo, en 1947, se asoció con The Andrews Sisters y juntos grabaron la exitosa Civilization (Bongo, Bongo, Bongo).
En el clásico navideño White Christmas (1954), dirigido por Michael Curtiz y co-protagonizado por Bing Crosby, Rosemary Clooney y Vera-Ellen, somos testigos del amplio talento de Danny para el musical, la comedia y el entretenimiento. Encarnando al extremo la definición de triple-threat, demostró que podía cantar a la par de sus compañeros, bailar complejas coreografías junto a Vera y hasta hacer que Bing haga lip-sync en broma frente a las cámaras.
En 1959, compartió pantalla con Louis Armstrong en The Five Pennies, en la que interpretó al músico de jazz Loring «Red» Nichols. Su última aparición en la pantalla grande fue diez años más tarde, en la sátira The Madwoman of Chaillot (1969), protagonizada por Katharine Hepburn y Charles Boyer.
Durante la década de 1960, llevó su programa de variedades, The Danny Kaye Show, a la pantalla chica y estuvo al aire entre 1963 y 1967. En esta época, a pesar de no saber leer música, incursionó en la dirección de orquesta y fue elogiado por directores de renombre por su habilidad para extraer lo mejor de una orquesta. Su carrera continuó principalmente en apariciones en la pantalla chica, tanto como invitado en programas de variedades como en la ficción, hasta sus últimos días.
A través de sus películas, su música y su humor, el legado de Danny se mantiene vivo hasta el día de hoy. Su ingenio cómico y habilidades musicales marcaron un talento único en una figura que supo llegar al corazón del público alrededor de todo el mundo.