Ha llegado el momento de rendir homenaje a una figura clave en la era del swing de los años 1930s y en la música popular del siglo XX. Apodado el «Rey del Swing», Benny Goodman se destacó como clarinetista y líder de una de las bandas de swing más importantes de la historia.
Hijo de inmigrantes judíos, Benjamin David Goodman nació el 30 de mayo de 1909 en Chicago, Illinois. Gracias a su padre, comenzó a estudiar música de niño en la sinagoga y estudió clarinete de manera formal. A los 14 años, ya era miembro del sindicato de músicos y ya impresionaba a sus oyentes con sus interpretaciones en clubes y bandas de Chicago.
Su formación clásica y las influencias de los músicos de New Orleans que llegaron a Chicago le otorgaron la versatilidad necesaria para interpretar tanto jazz como música académica en el futuro. En 1925, se unió a la orquesta de Ben Pollack y grabó su primer solo al año siguiente en la canción He’s The Last Word.
En 1929, Benny abandonó Chicago para pisar suelo neoyorquino y trabajó como músico de estudio. En 1934, formó su propia banda, que pronto pudo ser escuchada en el programa de radio nacional de la NBC, Let’s Dance. El productor musical, y amigo del clarinetista, John Hammond consiguió que Fletcher Henderson se uniera a la banda de Benny como arreglista y una gran cantidad de sus arreglos fueron utilizados en el programa.
Con el final del programa, Benny y su orquesta se dispusieron a dar una gira nacional. En el camino, se encontraron con una baja popularidad de sus temas de swing y con mayor demanda de baladas tradicionales. Sin embargo, cuando llegaron al Palomar Ballroom, uno de los salones de baile más importantes de Los Ángeles, otra fue la historia. Comenzaron la noche con su repertorio tradicional sin grandes repercusiones y el salón estalló cuando sonaron los arreglos de Henderson. Esta actuación en el Palomar Ballroom de 1935 es recordada como el hito que dio inicio a la era del swing.
Otro suceso en la historia del jazz tiene a Benny Goodman como protagonista y es el concierto de jazz en Carnegie Hall de 1938, en el que por primera vez se encuchó jazz en un espacio destinado a la música clásica.
Algunas de las canciones más populares de la orquesta fueron King Porter Stomp, Sing Sing Sing, Moonglow y Stompin’ at the Savoy. La banda se destacó por incluir a grandes músicos, como el pianista Teddy Wilson y el baterista Gene Krupa.
Durante la Segunda Guerra Mundial, Goodman ofreció conciertos para las tropas y continuó su carrera en solitario después del conflicto. También incursionó en la música clásica y el jazz de cámara, colaborando con renombrados compositores y músicos clásicos, como Béla Bartók.
Benny Goodman es recordado como uno de los músicos más influyentes del jazz y el swing. Su clarinete virtuoso y su talento como líder de banda lo convirtieron en una figura icónica de la música estadounidense. El alcance de su música supuso un fenómeno de popularidad comparable con las bandas o cantantes de pop de los últimos años. Su legado perdura como uno de los grandes músicos de la historia del jazz y su impacto en la música popular sigue siendo relevante hasta el día de hoy.