To Be or Not to Be (1942) – Ernst Lubitsch

El contexto social suele tener un gran impacto en la recepción de una película, al punto de determinar su éxito o fracaso frente al público. El 6 de marzo de 1942, en pleno conflicto bélico mundial, el director Ernst Lubistch estrenó en Estados Unidos una sátira sobre el nazismo, que en su momento, debido a la sensibilidad por los sucesos recientes, fue percibida como una muestra de humor de mal gusto. Con el distanciamiento que otorga el tiempo, To Be or Not to Be pasó a ser considerada una de las mejores películas del director y no es para menos.

Reseña de Mery Linares

@meryandthemovies

En tiempos turbulentos, suele recurrirse al poder de la comedia como válvula de escape, como si hubiese un acuerdo implícito de que cuando los problemas acechan, lo único que nos puede salvar es una buena carcajada. Así es como en plena crisis de la Gran Depresión en Estados Unidos surgió el subgénero de la comedia llamado screwball comedy, en el que las audiencias comenzaron a callar sus preocupaciones en una sala de cine para vivenciar la ternura y bufonada de sus descabelladas historias. 

Pero con los años, la miseria en el mundo continuó infiltrándose hasta que, en 1939, se desató la Segunda Guerra Mundial, un hecho que generó en el cine cierta sensibilidad y opresión a la hora de narrar historias en la pantalla grande. 

No obstante, en 1942, tras un año del acontecimiento de Pearl Harbor, el director proveniente de Alemania, Ernst Lubitsch (que por aquel entonces residía en Estados Unidos), dio a luz a su mayor triunfo en su carrera cinematográfica: To Be or Not To Be. Esta comedia pungente contra el régimen Nazi no fue tan bien recibida por su audiencia coaetánea debido a la ‘ligereza con la que abordaba el tema’. Quizás, no había transcurrido el tiempo suficiente para empezar a retratar esta perversidad. Pero, con el pasar de los años, la película fue cobrando fuerza y se transformó en la sátira por excelencia y en un film invencible hasta el día de hoy. 

To Be or Not To Be comienza con la historia de un grupo de actores polacos de una compañía de teatro de Varsovia que se encuentran ensayando para su próximo estreno, la obra de teatro ‘Gestapo’. La compañía está encabezada por el famoso matrimonio de los Tura: Josef, interpretado por Jack Benny, y su bella esposa María, encarnada por Carole Lombard, (ambos en los papeles más icónicos de su carrera). 

En esa secuencia inicial, uno puede afirmar que todo lo que se pudo haber visto antes en materia de comedia es ínfimo, porque esos primeros minutos de la cinta son una clase magistral de cómo se hace una sátira. Pero a medida que avanza el relato, prospera el dinamismo de la historia, y así su profundidad. Los Nazis invaden Varsovia y el grupo de actores se verá entrelazado en una especie de thriller político y de espionaje en el que la comedia se infiltra para generar comentarios relevantes de lo que ocurría en el mundo. La tensión y el humor están impecablemente entretejidos y generan un relato teñido de distintos tonos con una emocionalidad profunda hasta el final. 

Es interesante leer esta película del realizador alemán como un viaje a sus raíces. Me refiero a que Lubitsch comenzó su carrera principalmente siendo actor y además trabajaba en el género de la comedia. Es por eso que esta circunstancia funciona como un lenguaje conocido y lo transforma en una prueba de que la comedia esta vez no es un escape, sino la verdadera arma para combatir el mal. El arte de actuar y el humor pueden engañar al régimen Nazi, pero sobretodo revelan la estupidez humana y el absurdo.

El título del film tiene una gracia tierna cuyo significado se descubre al ver la película, pero que claramente está ligado al conocido soliloquio de Hamlet, de William Shakespeare. Este soliloquio tendrá un efecto de enredos entre el matrimonio Tura y el teniente Stanislav Sobinski, que cristaliza ese toque por lo que tanto se lo conoce al director. 

¿Ver o no ver esta película? Esa no es la cuestión, verla debería ser la opción para que no te quedes afuera de contemplar el gran virtuosismo de Lubitsch y uno de los mayores clásicos de la historia. 

Conseguí el póster de tu película favorita

  • 21cm x 29.7cm
  • Papel fotográfico brillante
  • Impresión de alta calidad
  • Más de 30 modelos para elegir

Escuchá el último episodio de nuestro pódcast