Viste una película y las viste todas. Sin dudas, esto no es lo que ocurre con Singin’ in the Rain, probablemente una de las películas musicales más destacadas de todos los tiempos.
Estrenada el 11 de Abril de 1952 en Estados Unidos, Singin’ in the Rain fue dirigida por Stanley Donen y Gene Kelly, con este último, Donald O’Connor y Debbie Reynolds como protagonistas.
Fue bien recibida en su momento, pero se convirtió en un clásico con el tiempo. Visto en retrospectiva, la fórmula no podía fallar. La trama introduce la clásica historia de amor entre dos personajes que comienzan odiándose -una situación tan vieja como efectiva en las comedias románticas- en el marco del paso del cine mudo al cine sonoro.
El contexto en los años 20 le permite al film agregar un toque especial a sus puestas, principalmente en el fragmento de fantasía final, la sección llamada Broadway Melody, de la que participa la bailarina Cyd Charisse.
En los años 50, Gene Kelly ya era una leyenda y la joven Debbie Reynolds, que estaba dando sus primeros pasos, tuvo tres meses para ponerse a la altura del bailarín y su increíble compañero, Donald O’Connor.
Además del maravilloso trío protagonista, hay que destacar el inolvidable papel de Jean Hagen, Lina Lamont. Hace falta tan solo ver la película una vez para que su línea ‘And I can’t stand him‘ nos quede grabada a fuego en el cerebro.
Algunos de los momentos más icónicos de la historia del cine musical están incluidos en esta cinta. Y no, no nos referimos únicamente a la escena que Gene filmó con fiebre bajo la lluvia que ya todos tenemos en la memoria. Prácticamente cada momento de este film es inolvidable.