Funny Face (1957) – Stanley Donen

Pisar el terreno del cine de Stanley Donen es adentrarse en la poesía de lo sencillo como lo es el baile y los colores, es querer creer un poquito más en la magia porque así son los musicales: apagan la oscuridad de la realidad y nos hacen bailar en esa fantasía de esperanza.

Así es como Donen creó su idea de cine tal como lo afirmó en la rueda de prensa de Valladolid en Octubre de 1989: “Yo creía firmemente que lo que estaba haciendo era lograr hacer que la gente fuera al cine y se olvidara de su vida real durante una hora y media o un par de horas…Quería hacer musicales que fuesen originales y diferentes”.

En su galería de musicales está la hermosa película Funny Face, protagonizada por Audrey Hepburn y Fred Astaire. Esta película resultó ser la primera vez en la que Audrey ponía su cuerpo y voz para un musical y sería uno de los últimos musicales de Fred. 

Audrey tenía tan solo 28 años en este papel y siempre afirmó sentirse muy nerviosa y entusiasmada de bailar junto a uno de los ídolos de su niñez como lo era Fred, pero declaró que él siempre hizo que se sintiera a gusto y cómoda. Para esta interpretación, Audrey rechazó la oportunidad de trabajar en Gigi de Vincente Minnelli porque realmente quería actuar junto a Fred. Además, tomó clases de ballet para estar a la altura de semejante estrella de baile. 

Cabe recordar que Fred Astaire fue el intérprete original de la obra homónima de Broadway en 1927, y treinta años después Stanley Donen logra reunir a la estrella legendaria junto a una de las actrices del momento que era Audrey Hepburn. La magnífica actriz además reveló en entrevistas que “Fred hacía que te olvidarás de ti misma, en cuanto me rodeó la cintura y comenzaron los pasos fue como estar flotando, era el sueño de toda mujer y yo lo pude cumplir”.

En Funny Face nos adentramos, en una elegante Nueva York, en las oficinas de ‘Quality’, una revista de moda gerenciada por Maggie Prescott (Kay Thompson) quien está en la búsqueda de la nueva modelo que represente la ‘Mujer Quality’. Esta mujer debe caracterizar la nueva colección en tanto mujer completa, que encarne belleza e inteligencia. Junto a su fotógrafo de confianza, Dick Avery (Fred Astaire) descubren a la mujer indicada en el lugar menos pensado, una biblioteca de Greenwich, en medio de una sesión de fotos improvisada donde estaba Jo Stockton (Audrey Hepburn), una dulce y responsable bibliotecaria. El problema es que Jo no cree en el mundo de la moda. Ella solo confía en la filosofía escrita en los libros. Pero Dick presume sus pasos mágicos y convence a la joven de dar vuelta la página y entrar a ese mundo que la estaba esperando en París, tierra de amor y estilo. 

Funny Face parece sostener varias caras. La primera que sobresale es que es un musical arriesgado, fresco y vívido, con números musicales vibrantes como «Think Pink», en el que Stanley Donen se anima a mezclar todas sus pasiones: la moda, la fotografía, el baile y la música. Otra de sus facetas es que es realmente un canto de amor a la moda. Si nos animamos a ver, podemos atestiguar cómo esta historia es una prueba de que las prendas y las telas no solo nos visten, sino que también nos ayudan a edificar nuestra confianza e identidad. Además, otra de sus caras es la confirmación de Stanley Donen como un cineasta intrépido, ya que en este film demuestra su maestría para dialogar con la forma y el contenido. Funny Face es una película repleta de viñetas indelebles gracias a la composición, los colores, la iluminación y el uso del lente como en la escena del lago. 

Stanley Donen también utilizó nuevas tecnologías para registrar las fotografías que Dick le tomaba a Jo. Asimismo, el personaje de Fred Astaire está inspirado en el fotógrafo estadounidense Richard Avedon, quien colaboró en la película diseñando los créditos iniciales (debe ser uno de los más lindos en la historia del cine) y el retrato icónico de Audrey en el film.

Por último, el film es la prueba de que Audrey no era solo una cara bonita. Más allá de que la intérprete tenía un rostro hermoso, la película es la confirmación de que Audrey era una actriz comprometida hasta los huesos. Si alguien tenía dudas, verla bailar con todos los pliegues de su cuerpo en ese bar francés, seguro deslumbra a cualquiera. En Funny Face vemos toda la belleza de la actriz como así también todo su oficio y entrega. Es el choque de esos mundos, tal como repercute en su personaje Jo. 

Stanley Donen hizo tres películas con Audrey Hepburn y en esa misma rueda de prensa reveló que “en las tres ocasiones siempre había pensado en ella al prepararlas, y sinceramente si no hubiese podido contar con ella, quizá nos las habría hecho”. Asimismo, según el hijo de Audrey Hepburn, esta era la película favorita de la actriz.

En Funny Face encontramos todo el pizzazz que Stanley Donen nos dejó.

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