La película Blood on the Moon puede ser clasificada dentro del género western, aunque varios académicos la consideran una mezcla de western y melodrama que contiene tintes noir. Es por eso que esta cinta es muy cautivante y aún más al tener de protagonista a Robert Mitchum, quien parece cincelado para este tipo de papel en el que las chaquetas de cowboy manifiestan una rudeza y desaliento cuando en realidad la gentileza y la moral trascienden en él.
Blood on the Moon se centra en la historia del vaquero solitario Jim Garry (Mitchum) quien, en busca de trabajo, arriba en un pueblo marcado por la avaricia de sus bandas. Estas están lideradas por el viejo Lufton, un propietario de ganado, y Tate Riling, quien elabora un plan para robar y acaparar las riquezas de Lufton. Riling intenta convencer a su viejo amigo Garry de que trabaje para él como pistolero para llevar a cabo su fatídico cometido.
Garry parece estar convencido al principio. Sin embargo, pronto comienza a descubrir que las intenciones de Rilling no son tan claras como la luz de la luna, que pronto estará provista de sangre derramada por la deslealtad de esta amistad que se transforma en una desgraciada enemistad.
El personaje de Robert Mitchum comienza desplazándose por los paisajes abiertos típicos del western en un impecable trabajo de fotografía de Nicholas Musuraca. Una vez que llega al pueblo donde se encuentra su viejo amigo, las tabernas y los matorrales pasan a ser el escenario de traiciones y crímenes como sucede en cualquier callejón de ciudad de las más turbias películas del cine negro.
La brillante dirección de Wise queda impregnada en una escena de pelea entre Rilling y Garry, que es el epítome de esa enemistad y traición. El enfrentamiento comienza en una batalla de diálogo y escala en una escena de acción brutal, en la que los cuerpos simbolizan la batalla del bien y el mal.
Pero lo resplandeciente de este film es el sólido trabajo de guión de Lillie Haywards (si, leíste bien, ¡una mujer!) en el que elabora una excelente historia sobre la ética de las acciones. Además, Wise y Haywards nos regalan el retrato de una de los mejores papeles de mujeres en el western: el personaje de Amy Lufton, la hija del propietario de ganado interpretado por la magnífica Barbara Bel Gedes.
Ella es intrépida, voraz y combativa, y no le tiembla el pulso cuando se trata de proteger su ganado. Así es como se enfrenta por primera vez a Garry, donde las balas se convertirán en flechas de amor y las buenas intenciones de Garry conquistarán a Amy, derivando en una emotiva y envolvente historia de amor.
En una entrevista reciente con TCM, Scorsese reveló que esta película lo inspiró para la dirección de su último film Killers of the Flower Moon, desde cómo encuadrar y el diseño de vestuario hasta cómo aproximarse a personajes que mantienen relaciones complicadas y engañosas.
“He visto perros que no te reconocerían ni como su dueño, Tate.” le dice el personaje de Mitchum y esas palabras aseveran el comienzo de una amistad fracturada.