Este mes toca hablar de uno de los actores que parece haber nacido con el cine en la piel. No por la técnica como en el caso de Marlon Brando o la disciplina como Cary Grant, diría por algo más bien físico. La forma de moverse, de entrar en el plano, de encarnar el texto como si fuese lo más fácil del oficio. Estoy hablando de Tony Curtis, él tenía todo eso. Un magnetismo descontracturado, una sonrisa juguetona, unos ojos revoltosos pero, sobre todo, poseía un gran sentido del humor que le dio esa elocuencia para poder ganarle al juego de ser estrella y actor.
El pasado 3 de junio hubiera cumplido 100 años el actor y lo cierto es que fue de los rostros más populares del Hollywood de los años 50 y 60. Es por eso que en Edición Sunset queremos volver a él, no solo como un ícono pop sino como un actor versátil que supo moverse en todos los géneros e hizo más 120 películas en seis décadas de carrera. Fue trapecista, esclavo rebelde, vikingo, estafador, músico y así supo desafiar todos los límites y probar que no solo era un símbolo sexual sino un actor curioso y juguetón dispuesto a reinventar lo que el sistema le proponía.
Curtis nació en el Bronx bajo el nombre de Bernard Schwartz y creció en el caos de una familia pobre y judía. Pasó por un orfanato y encontró en el cine la mejor manera de entregarse a otras vidas.
En sus últimos años, el actor se refugió en la televisión, en papeles más secundarios y más tarde en la pintura, su otra gran pasión. Vivió en su rancho y la frase que pidió grabar en su tumba fue “Nadie es perfecto” de la película por la que siempre lo recordaremos. Y si, Curtis nunca fue perfecto pero fue único y las seis películas que les recomendamos son reflejo.
1. Houdini (1953)

- Dirección: George Marshall
- Guion: Phillip Yordan
- Producción: George Pal, Berman Swarttz
- Compañía productora: Paramount Pictures
- Basada en: la novela Houdini (1928) de Harold Kellock
En uno de sus primeros protagónicos de gran peso, Tony se entrega por completo en la interpretación del famoso ilusionista y escapista, Harry Houdini. Su fisicalidad se impregna en cada truco que es, por un lado, una ofrenda a un público que siempre pide más y, por otro lado, un abierto desafío a la muerte.
Houdini, de George Marshall, nos presenta desde una estética cuidada y una trama entretenida, una historia sobre los límites del entretenimiento, la pregunta sobre el más allá y el amor por el oficio. Tony es capaz de trasmitir genuina pasión por el arte de la magia, así como por su amada -en ese momento esposa- Janet Leigh.
2. Sweet Smell of Success (1957)

- Dirección: Alexander Mackendrick
- Guion: Clifford Odets, Ernest Lehman, Alexander Mackendrick
- Producción: James Hill
- Compañía productora: Hecht-Hill-Lancaster Productions, Norma Productions, Curtleigh Productions
- Basada en: una historia de Ernest Lehman
Entre el humo espeso de Manhattan y un jazz excitante, se alza un noir inolvidable como Sweet Smell of Success. La película cuenta la historia de Sidney Falco, un publicista sin escrúpulos que hará lo que sea por ganarse la aprobación del columnista J.J. Hunsecker, interpretado por Burt Lancaster, un hombre que decide quién asciende o quién se hunde en la jungla de los medios.
Acá Curtis se convierte en un personaje incómodo, oscuro pero brillante, que para mí refleja una de sus actuaciones más inolvidables. El film está dirigido por Alexander Mackendrick con una fotografía envolvente que encapsula el lado oscuro de la manipulación y el éxito.
3. The Defiant Ones (1958)

- Dirección: Stanley Kramer
- Guion: Harold Jacob Smith, Nedrick Young
- Producción: Stanley Kramer
- Compañía productora: Stanley Kramer Productions, Lomitas Productions, Curtleigh Productions
Acá Curtis no solo da una de las actuaciones de su vida sino que también comete un acto osado para la época. Curtis insistió en que Sydney Poitier tuviera el mismo peso protagónico, es decir, luchó para que ambos figuren como protagonistas.
En este drama social, Curtis y Poitier encarnan a dos prisioneros encadenados entre sí en el sur que agobia. Ambos tienen que escapar y en ese recorrido cada personaje trata de romper las cadenas internas a las que nos atan los prejuicios.
Curtis está visceral, vulnerable, lleno de furia pero de mucha humanidad. La película fue nominada al Oscar a Mejor Película y ambos actores recibieron nominaciones, la única en toda la carrera de Tony.
4. Some Like it Hot (1959)

- Dirección: Billy Wilder
- Guion: Billy Wilder, I. A. L. Diamond
- Producción: Billy Wilder
- Compañía productora: Mirisch Company
- Basada en: una historia de Robert Thoeren y Michael Logan
Si hay algo en lo que Tony se sentía cómodo era en el disfraz, y en esta joya de la comedia que es Some Like It Hot, de Billy Wilder, nos deslumbra no con uno, ni dos, sino tres papeles: el músico que escapa de la mafia, Joe, la saxofonista que ingresa a la banda de mujeres, Josephine, y el magnate impotente, Shell Oil Junior.
Con cada una de sus personalidades, Tony nos muestra que se mueve como pez en el agua dentro de la comedia delirante. Su tipificación de galán no le impide ser la más femenina entre las disfrazadas, y con Shell Oil logra, además de conquistar a Marilyn, rendirle un perfecto homenaje a su ídolo, Cary Grant.
5. Operation Petticoat (1959)

- Dirección: Blake Edwards
- Guion: Stanley Shapiro, Maurice Richlin
- Producción: Robert Arthur
- Compañía productora: Granart Company
- Basada en: una historia de Paul King y Joseph B. Stone
Tras hacer de Cary Grant, ese mismo año le tocó a Tony trabajar con Cary en otra comedia, esta vez de Blake Edwards, en la que un submarino en dudoso estado de conservación desciende hasta las profundidades de la feminidad.
Tony interpreta a un teniente, que se hizo teniente para tener la ropa adecuada para entrar a lugares importantes. No sabe nada de marina, pero sí sabe cómo conseguir suministros. Frente a un submarino que se cae a pedazos, al comandante Cary no le quedará otra opción más que utilizar sus servicios en un viaje que es un sinfín de situaciones absurdas e insinuaciones sexuales.
6. Spartacus (1960)

- Dirección: Stanley Kubrick
- Guion: Dalton Trumbo
- Producción: Edward Lewis
- Compañía productora: Bryna Productions
- Basada en: la novela Spartacus (1951) de Howard Fast
Aunque Curtis no es el protagonista de esta película, su huella en esta épica de Kubrick es indeleble. No solo porque el personaje que construye es uno de los más interesantes, sino por cómo lo encarna.
En un mundo opresivo y de esclavitud, Tony aparece como Antoninus, un hombre que irradia ironía y poesía, fuerza y sensibilidad. Comparte escenas inolvidables con Kirk Douglas en el rol de Spartacus, sobre todo por la forma en que construyen una amistad llena de gestos y palabras compartidas y de complicidad que se ve reflejada hasta en la batalla final más desgarradora.