Hay pocas celebridades que no necesitan introducción y una de ellas es Marilyn Monroe. Su personalidad única y su presencia en la pantalla grande cautivaron al público de su época y la convirtieron en el ícono popular por excelencia del siglo XX. En esta entrada, le rendimos homenaje repasando su carrera en el cine.
Norma Jeane Mortenson nació el 1 de junio de 1926 en Los Ángeles, California. Comenzó como modelo en los años 1940s y en 1946 firmó su primer contrato con Twentieth Century Fox, bajo el nombre de Marilyn Monroe, aunque este fue cancelado al poco tiempo. Hasta el momento, su único contacto con la cámara había sido a través del modelaje para fotografías, por lo que dedicó sus primeros años en el mundo del cine a aprender sobre actuación, baile y canto.
En 1948, firmó contrato con Columbia y fue protagonista en el musical poco recordado Ladies of the Chorus. Sin embargo, su primer rol secundario importante llegó en 1950 con The Asphalt Jungle, dirigida por John Huston, bajo producción de MGM. Si bien su participación en el film fue pequeña, la ubicó en la luz del mundo de Hollywood. Gracias a este papel, Joseph Mankiewicz quedó impresionado con su trabajo y la eligió para interpretar a Miss Caswell en All About Eve (1950).
En 1950, un nuevo y más fructífero contrato con la Fox le dio la posibilidad de trabajar en varias comedias, como Monkey Business (1952) de Howard Hawks, al igual que algunos dramas, incluido Clash By Night (1952) de Fritz Lang.
Su popularidad era cada vez más creciente y los estrenos de 1953 terminaron por hacer despegar su fama y consolidar su imagen pública como la esencia de la bomba rubia. El film noir con Technicolor Niagara la puso en la piel de una femme fatale que planea asesinar a su esposo. Los dos siguientes estrenos fueron las comedias musicales Gentlemen Prefer Blondes y How to Marry a Millionaire. Ambas fueron un éxito de taquilla y convirtieron a Marilyn en una de las estrellas más rentables del momento.
El talento de Marilyn para manejar distintos registros y su cautivadora presencia en pantalla estaban a la vista, pero la repetición en el tipo de roles que interpretaba hicieron que fuera encasillada, tanto por la audiencia como por la industria, en el estereotipo de los personajes de la rubia tonta y bomba sexual. Sin embargo, Marilyn encontraba en cada rol una oportunidad para mostrar una faceta distinta y desarrollarse como actriz. Sin interés de seguir interpretando el mismo tipo de papeles, rechazó la siguiente propuesta de Fox para protagonizar un musical y, tras una batalla legal con el estudio en 1955, finalmente firmó un contrato que le daba la libertad de elegir los proyectos en los que trabajar.
Durante los años 1950s, la actriz trabajó en dos oportunidades con el director Billy Wilder, en dos de sus películas más recordadas hoy en día. La primera es The Seven Year Itch (1954), que incluye la famosa escena en la que la brisa del subte levanta la falda del icónico vestido blanco de Marilyn. La segunda es Some Like It Hot (1959), considerada una de las mejores comedias de todos los tiempos.
El último film de la actriz fue The Misfits (1961), dirigida por John Huston, que protagonizó junto a Clark Gable y Montgomery Clift. Compartimos a continuación dos videos que muestran que además de ser una gran actriz, Marilyn era una gran cantante, una habilidad que no siempre se le reconoce en el amplio abanico de talentos de esta artista inolvidable.
